lunes, 6 de agosto de 2018

Cien mil almas




 Cien mil almas al infierno,
marchando al son del tambor;
Yo era uno de ellos,
el día en que todo acabo.

Acabaron las promesas,
en mentiras y terror.
Acabaron en la guerra
los cien mil hijos del sol.

Cayo la sangre en la tierra,
el rio rojo quedó.
Se tiñeron las praderas
con el tinte del dolor.

No volvió el guerrero a casa,
tendido yerto quedo
y la parca que lo abraza
su silencio sepultó.

La muerte estaba de fiesta
y el diablo apareció.
Cien mil almas al infierno
marchando al son del tambor.