Soy un hijo perdido de la noche
nacido de la tormenta,
sin mas luz que el relámpago,
sin mas palabras que el trueno,
sin más compañía que la fría lluvia.
Nunca divisé‚ un cielo sin nubes,
ni un horizonte sin niebla,
ni el albor de un día nuevo.
Porque soy, solo soy,
un hijo perdido de la noche.
Expulsado de otra tierra
y desterrado al olvido,
en mi mundo era un poeta,
un guerrero, un profeta
...en este solo un cautivo.
Coge mi mano, grita mi nombre,
seca mi llanto y llena el vacío.
Porque tu, solo tu,
puedes salvarme.
Salvar mi alma de la noche.