jueves, 19 de julio de 2018

A una ñina perdida.



 Que pena pena que tiene
la niña que se ha perdido,
que triste triste se queda
porque no encuentra el camino.

Dame la mano y confía,
-la consolaba la luna-.
Te llevaré a aquella tierra
donde no hay niñas perdidas,
encontraras un camino
y llegaras algún día,
a ese sitio que soñabas
y ni sabes que existía.

Que dulce dulce es la luna
que se ha llevado a la niña
y la guiado a ese mundo
en que todo es fantasía.
No dejes de soñar nunca
no olvides la luna, niña,
que en el día que la olvides
volverás a estar perdida.  


lunes, 16 de julio de 2018

Pobre luna




Luna: ¿Donde estas
que no te encuentro?.
 
Miro al cielo por la noche,
y a ella solo la veo.

Dime porque sus ojos,
confundo con las estrellas,
su pelo con la negrura
que en el páramo se queda,
  sus rasgos me los dibuja
el agua que no refleja,
su aliento distingo claro 
en la brisa que se acerca.

Dime luna, tu que has sido
mi única compañera, cuando
me pierdo en las noches y
tan solo tu me encuentras.
¿Porqué no te veo en el cielo,
 y solo la veo a ella?.

Ay, de la luna olvidada,
que en el cielo no contesta.
Sabe que ya no la ve
porque solo piensa en ella,
pero nada puede hacer
contra el brillo de una estrella.

Y la tierra resplandece,
y el levante se amanece,
cuando llega la doncella.
Que ojos tan bellos tiene,
que hermosa su cabellera,
y esa luz que la rodea
cada vez que sonriera...
¿Como habrás de hacerle sombra,
pobre luna a mi princesa?.




Caminar y caminar





Caminar y caminar...
sin rumbo ni destino.
Hacerse viejo en el camino
y no poder regresar.

Caminar y caminar...
con el aliento perdido.
No encontrar nunca un amigo
con quien poder descansar.

Caminar y caminar...
sin volver la vista atrás.
Creí que haría un camino
y no deje de volar.

Caminar y caminar.
Luchar por una quimera.
Soñar los nuevos caminos
que yo no habré de pisar.

Caminar y caminar
con el paso del hastío.
Adentrarse en un abismo
del que no saldré jamás.

Caminar y caminar...
Dime, ojo que me mira:
¿donde acaba mi camino,
donde me habrá de llevar.?

Caminar y caminar,
¡­No me he movido jamas.!
¿Porqué sigo caminando
si yo no se caminar.? ?


Canción a un barco perdido.


Errante y sin timón noto que a la deriva hoy floto;
con la bodega vacía y todo mi trapo roto.

Soy barco que va deprisa y mi rumbo, caprichosa,
cambia a menudo la brisa.

Neptuno ¡ven!, trae al viento, empújame mar adentro;
Llévame hasta el horizonte. Más allá de los recuerdos.

Hazme surcar bajo estrellas, para que pueda un día mas
atravesar tus praderas.
Confúndeme con la espuma, salpica con tu sal mis velas.
Podré doblegar las olas, escuchar a las sirenas
y al fin descubrir un faro que ilumine mi bandera.

...o abrázame remolino, descoyunta tabla y tela,
prefiero perderme en la mar, a que me pudra la arena.
Encallar en el coral antes que morir en tierra.