Amor o melancolia, rimas cortas.

           I
Eres mi noche y mi día y
sin ti yo no tengo nada.
Eres mi luz y mi guía
de la noche a la mañana.

           II
Solo se ser como soy,
solo vivir como vivo.
No me pidas que no sueñe,
si quieres venir conmigo.

           III
Me robaste el corazón
y no me importó perderlo,
 en tus ojos, ahora triste,
lo busco y ya no lo encuentro.
          
 IV
Un embrujo me mantiene
de tus ojos prisionero,
y no quiero liberarme
de tan dulce carcelero.

           V
En las orillas del cielo,
donde nace el horizonte,
he escondido el amuleto
que me dieras una noche;
y a las orillas del cielo
vivo siempre desde entonces.
Ya no recuerdo mis penas
mis angustias ni dolores.

           VI
Quiero llegar a la luna,
para ofrecerte una estrella;
si tu quisieras serías
de mi cielo la más bella.

           VII
Si te marchas y me dejas
te llevarás mi esperanza.
Y si no escuchas mis quejas,
es que no me quedan lágrimas.

          VIII
En mis venas ya no hay tinta 
para el libro de mi vida;
las páginas van pasando
y van quedando vacías.
¿Quién así de mi memoria
podrá saber algún día?

          IX
La rosa que se marchita
ya no vuelve a florecer
y el cariño que se pierde
Jamas se vuelve a tener.

          X
La vida es un gato negro
que un día se cruzó conmigo,
toda mi suerte ahora es mala,
y mi alegría se ha ido.

          XI
Dios bajo y me dijo un día
que no esperase milagros,
que nunca más le rezara,
que Él ni siquiera existía.

          XII
Por no llorar voy cantando
pero mi canto es tristeza;
aunque no me veas llorando
cantando muero de pena.

          XIII
¿Qué será  de mi cariño
y del tiempo que te he dado?
¿Qué será de nuestros sueños
si tu los has olvidado?

         XIV
El perdedor en el juego
afortunado en amores.
Yo nunca gané dinero
ni rompí los corazones

         XV
Despierto anoche soñaba
y en mi sueño te besaba
y en el beso que te daba
mi alma quedose presa.
Que tu boca cuando besa
a quien besa roba el alma.

         XVI
Mi pluma no escribe,
mi cabeza no piensa,
mi corazón no siente,
mi alma te anhela.

         XVII
Ya no podré ser poeta;
se ha ido mi inspiración.
Desde que tu me dejaste
no oigo a mi corazón.

        XVIII
Morí de pena al dejarte
y llegué al cielo al morir.
Como allí no he de encontrarte
del cielo tuve que huir.

         XIX
El sol me quema
pero no me calienta, 
aunque su luz me deslumbra
 la vida paso en tinieblas.


         XX
El tiempo me trajo el sueño,
 el sueño la pesadilla
y la mañana la muerte
al saber que no dormía.

XXI
Tiempo de llanto y de pena
tiempo de soledad
duele la sangre en las venas 
y hasta el aire al respirar